Ir al contenido principal

Clemente de Alejandría

Breviloquium

Clemente de Alejandría

Filósofos cristianos

23 de abril de 2023



          Los cristianos de la época Patrística (s. II-VIII) tuvieron que afrontar una doctrina que contraponía la razón con la fe: el gnosticismo. Este se comprende como una forma de conocimiento de carácter místico, a manera de una iluminación directa por parte de Dios, sin que la razón juegue un papel fundamental en dicho conocimiento. Es una doctrina muy antigua (s. I), pero que ha vuelto a hacerse patente en el ámbito religioso contemporáneo, particularmente en quienes han desechado la relación fe y razón.

          Sobre esta doctrina, el Papa Francisco (Exhort. Apost. Gadudete et exultate) y la Congregación para la Doctrina de la Fe (Carta Placuit Deo), han señalado que es una de las dos tentaciones actuales contra la salvación cristiana, la otra es el pelagianismo. Con todo, aquí nos ceñiremos a presentar sintéticamente, el papel que desempeña la razón como mediación para pasar de la gnosis falsa (gnosticismo) a la gnosis verdadera (fe cristiana), de acuerdo a Clemente de Alejandría.

          Tito Flavio Clemente nace hacia el año 150, probablemente en Atenas, llega a Alejandría alrededor del 202, lugar donde fallece en 219. Nuestro pensador conoce a San Panteno de Alejandría (200) —un estoico convertido al cristianismo—, primer director de la Escuela Catequística (Didaskalion), de quien fue su alumno, colaborador y sucesor. Esta escuela, como apunta Eusebio de Cesarea (339), fue fundada por el evangelista san Marcos, y alcanzó su mayor esplendor con Clemente y Orígenes.

          Las obras conocidas de Clemente son el Protréptico, el Pedagogo y los Stromata. Sin pretenderlo, quizás, constituyen una pedagogía de maduración cristiana que llevan desde la invitación a la conversión (kerygma) hasta la verdadera gnosis. «En su conjunto, la catequesis de Clemente acompaña paso a paso el camino del catecúmeno y del bautizado para que, con las "alas" de la fe y la razón, llegue a un conocimiento profundo de la Verdad, que es Jesucristo, el Verbo de Dios» (Benedicto XVI, Audiencia, 18-04-2007). Así, notamos, la armonización que desarrolla entre fe y razón en un itinerario que conduce a buscar y profundizar en la verdad.

          Su postura ante la filosofía es conciliadora, constata que así como el Antiguo Testamento fue una preparación para la recepción de la Buena Nueva, así la filosofía ha sido una propedéutica para los griegos. «Quizás también la filosofía haya sido dada primitivamente a los griegos antes de que el Señor les llamara a la fe, ya que también la filosofía educaba a los griegos, al igual que la Ley a los hebreos, hacia Cristo (cf. Ga 3,24). En verdad, la filosofía, abriendo camino, predispone al que va a ser perfeccionado por Cristo» (Stromata, I, 28, 3).

          Por otra parte, manifiesta una actitud positiva hacia la misma: «Ciertamente, la práctica de la filosofía no es de hombres malos. Más bien, si ha sido dada a los mejores de los griegos, también es evidente de dónde proviene: con toda claridad de la providencia, que concede a cada uno según su dignidad» (Stromata, VI, 159, 8). Inclusive cuestiona a los que afirman que la filosofía es obra del diablo: «¿Cómo, por tanto, no es absurdo, si se atribuye el desorden y la injusticia al diablo, hacerle dador de algo virtuoso, la filosofía?» (Ib., 1).

          A todo esto, ¿cuál es el lugar de la fe en la verdadera gnosis? Clemente responderá que «resulta ser más fundamental la fe, que es tan necesaria al gnóstico, como al que vive en este mundo lo es respirar para vivir; y lo mismo que sin los cuatro elementos no se puede vivir, tampoco se puede conseguir (lit.: seguir) la gnosis sin la fe. Ella es el fundamento de la verdad» (Stromata, II, 31, 3). De ahí que, el hombre necesite de un Pedagogo que lo vaya instruyendo gradualmente, para nuestro filósofo es el Logos, quien «solícito de que alcancemos gradualmente la salvación, realiza en nosotros un hermoso y eficaz programa educativo: primero, nos exhorta; luego, nos educa como un pedagogo; finalmente, nos enseña» (Pedagogo, I, 3, 3). De esta forma, es posible alcanzar la verdadera gnosis con la que está formado el verdadero gnóstico, el cristiano.

          Por todo lo anterior, no podemos dejar de prestar atención que, en la tradición cristiana, la razón tiene un lugar privilegiado y no está excluida del camino de fe que recorre el creyente. En Clemente de Alejandría, es posible encontrar oportunas líneas de pensamiento que nos pueden ayudar a pensar mejor nuestra fe y purificarla de doctrinas ajenas a la misma, que muchas veces se disfrazan de cristianas.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Filosofía, ¿amor a la sabiduría?

Breviloquium Filosofía, ¿amor a la sabiduría? 27 de febrero de 2022           Hablar de filosofía es hablar de un estilo de vida apasionante, que va más allá de las apariencias, que busca encontrar aquello que aún no sabe si lo hallará, pero que genera una emoción por el simple hecho de buscar. La filosofía, para nosotros los creyentes, viene bien porque siempre estamos en búsqueda de algo o de Alguien. Hablemos un poco de este saber.            La definición etimológica de filosofía nos dice que se trata del «amor a la sabiduría». Esta definición surge a raíz de que los primeros pensadores griegos se llamaban a sí mismos «sabios», y Pitágoras, por modestia, quiso ser llamado «amante de la sabiduría» o «filo-sofo», de ahí resulta el término que hoy conocemos. Pero esta definición pronto se quedó atrás. En los tiempos de la auténtica cultura griega, filosofía es identificada con la sabiduría misma.         ...

El hombre como microcosmos

Breviloquium El hombre como microcosmos 12 de junio de 2022           La concepción del hombre a lo largo de la historia ha oscilado entre propuestas unívocas y equívocas, es decir, entre posturas naturalistas que buscan explicar al hombre desde la ciencia, especialmente la biología, y posturas culturalistas que consideran al hombre como un producto de la cultura sin tomar en cuenta su aspecto natural.             Nuestro concepción del hombre, la antropología filosófica que queremos presentar de manera sintética, concibe al hombre como microcosmos, una categoría muy apreciada por los medievales, pero que hunde sus raíces en la filosofía griega, y que es recuperada actualmente para lograr avanzar el conocimiento del hombre sin caer en esencialismos o historicismos, es decir, en términos heideggerianos, conjuntar el ser y el tiempo.             El tratamiento del hombre como microcosmos lo encontramo...

Sagrada Escritura, alma de la teología

Breviloquium Sagrada Escritura, alma de la teología 15 de mayo de 2022           El ejercicio de teológico requiere beber de ciertas fuentes para poder elaborar su reflexión sistemática, estas, a saber, son: la Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio Eclesial. En relación con la teología, la primera es su «alma», la segunda su «memoria» y la tercera su «marco»; todas ellas forman una unidad en el quehacer teológico, las distinguimos para poder estudiarlas y profundizar mejor en cada una de ellas.            La Sagrada Escritura es el testimonio escrito que el pueblo de Dios (Israel) y la comunidad creyente (Iglesia) posee de la revelación divina en la historia. A este libro también le llamamos Biblia (libritos), sustantivo diminutivo plural de la palabra griega «biblos» (libro). Su naturaleza la podemos reconocer desde la perspectiva trinitaria.            En relación a la revelación del Padre, ...