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Hermenéutica analógica

Breviloquium


Hermenéutica analógica

1 de mayo de 2022



          La filosofía como saber rector de todas las ciencias, constantemente se enfrenta a la pregunta sobre el cómo elaborar un discurso que intervenga las causas últimas y necesarias de la realidad. Cada etapa del desarrollo filosófico, a lo largo de la historia, ha contribuido a refinar el método para hacer filosofía, o mejor dicho, ha contribuido a pulir alguno ya existente, o a desarrollar uno nuevo que explique desde otra perspectiva el objeto de estudio abordado.

          Aquí en México hemos tenido la oportunidad en tiempos contemporáneos, de poder asistir al desarrollo de un sistema de pensamiento que permite intervenir la realidad, y brinda los elementos para poder desarrollar un discurso racional, pero salvando los intentos de interpretaciones unívocas de algunos sistemas de pensamiento que conducen a una cierta intransigencia, al mismo tiempo que superando las interpretaciones equívocas que desembocan en relativismos perniciosos que impiden atar algunas certezas.

          Hablamos, sin más, de la hermenéutica analógica desarrollada por el filósofo mexicano Mauricio Beuchot. Fraile dominico, Doctor en filosofía y profesor emérito de la UNAM. Esbocemos de manera somera su propuesta y las potencialidades para el quehacer filosófico.

          Primeramente, la hermenéutica es la ciencia y el arte de la interpretación de los textos, no solo los escritos (tradicional), sino también los diálogos orales (Gadamer) y las acciones significativas (Ricoeur). Estos dos últimos contemporáneamente es posible tratarlos como textos desde su dimensión simbólica. Así pues, la hermenéutica como instrumento de comprensión y de interpretación, ha cobrado relevancia entre muchos teóricos y pensadores que han encontrado su aplicación en diferentes disciplinas tales como la Historia, la Psicología, la Ontología, el Derecho, la Cultura, o la Teología de manera muy especial, entre otras.

          No obstante la buena aceptación y los buenos frutos que esta ciencia ha reportado a los diferentes campos del conocimiento, sus conclusiones han oscilado entre las que podemos denominar unívocas, por un lado, y las equívocas por otro. Las primeras devienen de una hermenéutica objetivista que busca alcanzar un conocimiento claro y distinto de los textos, las segundas de una hermenéutica subjetivista que sostiene la imposibilidad de alcanzar algún conocimiento seguro de algún texto.

          Ahora bien, si una hermenéutica unívoca es clara, distinta, ideal e irrealizable; y si una hermenéutica equívoca es subjetiva, relativa, escéptica y nihilista; ¿cómo podemos salir de este callejón sin salida en que estos dos extremos nos dejan?, ¿qué hermenéutica habría que asumir para salir de este punto muerto?

          Mauricio Beuchot sostiene que una hermenéutica analógica puede ayudarnos a salir de esa encrucijada. La analogía es, de acuerdo a Immanuel Kant, no «una semejanza incompleta de dos cosas, sino una semejanza completa de dos relaciones entre cosas completamente desemejantes», es decir, es una semejanza por comparación. Un ejemplo de analogía lo tenemos en la Carta a Diogneto (158 d.C.): los cristianos son en el mundo lo que el alma es en el cuerpo.

          Con lo que hemos recabado, podemos argumentar con base en la propuesta del Dr. Beuchot, que la hermenéutica analógica nos permite caminar con paso prudente en el quehacer de las diferentes ciencias humanas. Evitando caer en idealismos y relativismos que en muchas ocasiones caen las hermenéuticas unívocas o equívocas.

          En definitiva, la hermenéutica analógica no pretende erguirse de manera soberbia sobre las demás hermenéuticas, sino ser mediadora y mestiza de las mismas, buscando ser un instrumento que ayude al buen ejercicio filosófico, dando lugar al diálogo crítico y constructivo.

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